Una caminata sin prisa por Brera, el barrio bohemio chic de Milán

Caminar por el barrio Brera de Milán es sin dudas una de las cosas para hacer cuando se visitas la ciudad. En este artículo te comparto uno de mis recorridos preferidos.

El único viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos. 

Arranco con una frase de Marcel Proust que en estos últimos días se me apareció varias veces y creo que coincide perfectamente con este artículo.

Vamos a ir a caminar por el barrio de Brera, un lugar que no me canso de visitar y donde cada vez que voy (que son muchas) descubro algo nuevo.

No es la primera vez que escribo sobre él, pero sí es la primera vez que lo hago a modo de paseo y con mapa incluido. Será algo así como ir caminando juntos por las calles de Milán. ¿Comenzamos?

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Caminata por el Barrio Brera de Milán

No muy lejos de la Piazza del Duomo se encuentra el barrio de Brera. Este quartiere combina arte, diseño, historia y gastronomía. Un poco chic, un poco bohemio, pero sobre todo muy milanés.

Caminando desde Piazza della Scala comienzan a aparecer, de golpe, imponentes palazzi, galerías de arte y locales muy bien cuidados. Es que ya estoy en Via Brera, la calle principal de este barrio.

Me encuentro con algunos de los negocios a los que no me puedo resistir y cada vez que paso por la puerta entro. Pettinaroli con sus mapas y estampas antiguas. Cavalli e Nastri, porque en la capital de la moda darse una vuelta por un local vintage es un must. Y Rigadritto, que no podría definir si es una librería, una juguetería o una casa de decoración, sólo sé que me compraría todo.

Sigo caminando y aparece el enorme Palazzo Brera, donde se ubica uno de los museos más importantes de Milán, e incluso de Italia. La Pinacoteca de Brera es una parada obligada para los amantes del arte.

Otra de las cosas que me gusta visitar en este edificio es su botánico, que se encuentra en la parte de atrás y es uno de los pulmones verdes ocultos de la ciudad. Además, me gusta subir al primer piso a espiar la biblioteca Braidense, me transporta en el tiempo o a una película de Harry Potter.

Continúo el recorrido por Via Fiori Chiari y es donde Brera se transforma en un lugar mágico. Las calles se vuelven peatonales, los balcones de los edificios desbordan de flores, los bares sacan sus mesas afuera y las vidrieras ofrecen lo mejor de sí. Y para sumarle esoterismo, tarotistas listas a predecirnos el futuro.

Sentarse a recuperar energías

Pero no es hasta llegar a Via Madonnina que decido sentarme a tomar un café. Es cierto que en Brera las opciones gastronómicas no faltan, pero es en esta calle donde me enamoré de Milán (una ciudad a la que me había mudado sin conocerla) y no me canso de volver.

Luego del café, sigo hasta Piazza del Carmine y me encuentro con una de mis imágenes preferidas de la ciudad desde donde se ve la zigzagueante Via Madonnina.

Prosigo la caminata por Via Mercato (donde encontrarás más opciones para comer) hasta via Pontaccio y giro rumbo al Palazzo Parigi (una parada obligada para los viajeros VIP). En el camino me topo con la Basílica de San Marco, desde donde puedo comenzar a espiar a la moderna Milán.

Lo difícil de este recorrido es decidir cuándo detenerme o hacia dónde continuar, así que eso se te lo dejo a vos. Pero te doy una alternativa, muy cerquita del barrio de Brera se encuentra el Cuadrilátero de la Moda, el barrio donde entenderás porque Milán es reconocida como una de las capitales del mundo fashion.

Mapa de la caminata

Te comparto el mapa de la caminata, el mismo lo podrás usar desde tu celular para que te acompañe en el paso a paso por la ciudad. Sólo necesitas tener la aplicación de Google Maps.

Fin del recorrido por el barrio de Brera

Como te adelanté el barrio de Brera es uno de los imperdibles para quienes visitan Milán. Hace varios años que vivo en la ciudad y te aseguro que no llegó el momento en que me canse de perderme por sus calles.

Espero que este artículo te ayude a organizar tu visita a Milán, cualquier consulta no dudes en escribirme!.

Buon viaggio!

Una versión de este artículo salió publicado en la revista MUSTIQUE en diciembre 2019.