• Última modificación de la entrada:24/09/2024
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Es una de las etapas «obligadas» en una ruta por los Dolomitas. Te quiero contar qué ver en Val di Funes, uno de los valles más bellos de Italia.

¿Por qué comillas en la palabra obligadas? Porque lo cierto es que tuve que regresar varias veces a los Dolomitas para finalmente encontrarme con Val di Funes. Y sólo puedo decirte que la espera valió absolutamente la pena.

Qué ver en Val di Funes

Val de Funes fue sólo una pequeña parte de una ruta de diez días por las Dolomitas de Alto Adige. Por un error de cálculo y por falta de información tuvimos que dividir nuestro recorrido por este valle en dos días. Con el diario del lunes, te puedo decir que lo que en aquel momento creímos que era mala suerte, en realidad era todo lo contrario.

Si estás planeando un viaje por las Dolomitas de Alto Adige y aún no tienes hospedaje, te recomiendo hacer click aquí para conocer las diferentes opciones a los mejores precios.

Santa Maddalena

El Centro de Visitantes del Parque Puez-Odle fue nuestra primera parada en este valle. Decirte que recorrimos el centro sería una exageración. Lo cierto es que perseguimos al pequeño de dos años que viaja con nosotros. ¡Todo era muy tentador para tocar! Así que luego de pedirle algunos consejos al responsable del lugar comenzamos con nuestra caminata.

El auto lo dejamos en el estacionamiento de Centro de Visitantes. Lo encontrarás como Parcheggio Centro Visitatori Puez Odle (en Googles Maps está indicado). Es gratuito. Si quieres visitar el Centro, deberás cruzar el pequeño puente.

Qué hacer en Val di Funes
Vista de las Odle | Santa Maddalena

Atravesamos el silencioso pueblo de Santa Maddalena combinando las indicaciones que nos daba Google Maps y lo que nos habían sugerido en el Centro. A los pocos minutos ya estábamos caminando por un sendero asfaltado que poco a poco iba ascendiendo.

Íbamos solos. El suave césped de las colinas que nos rodeaban parecía pintado. Por momentos caminábamos a la sombra de los pinos y por otros bajo los fuertes rayos del sol de agosto. Cada tanto podíamos ver las típicas casa de montaña y los establos de madera oscura. Luego de unos quince minutos, cuando el sendero se volvía más empinado, comenzamos a vislumbrar nuestra llegada, la Iglesia de Santa Maddalena con las imponentes Odle de fondo.

Una vez arriba recorrimos la pequeña iglesia y nos tomamos miles de fotografías.

Como viajamos con nuestro piccolo de dos años y su cochecito, en esta oportunidad no fuimos hasta el mirador. No es muy distante de la iglesia, pero no nos pareció apto el camino. Tenemos la excusa para regresar.

Vista desde la Iglesia de Santa Maddalena | Val di Funes

Después de un rato de disfrutar de lo que para mi fue uno de los paisajes más bellos en nuestra ruta por las Dolomitas de Alto Adige, comenzamos el descenso. En esta oportunidad lo hicimos por el otro sendero, el que la mayoría de los turistas utilizaba para llegar a la iglesia. La primera parte era de ripio por lo que no era muy cómodo con el cochecito, pero enseguida llegamos a la zona asfaltada. A los pies de este camino había otro estacionamiento.

Regresamos al auto y emprendimos nuestro camino hacia la segunda parada del día. Claro que en aquel momento no sabíamos que nos tocaría postergarla para el día siguiente.

Los senderos de las Malgas

A poco más de un kilómetro del estacionamiento del Centro de Visitantes se encuentra la Via Zanser, la ruta que lleva a la Malga Zannes. Nunca contemplamos que, siendo temporada alta, debíamos subir temprano para poder tener lugar donde dejar el auto. Imagina nuestra sorpresa cuando nos encontramos cerrado el ascenso.

Si bien podríamos haber subido caminando (son aproximadamente 5 kilómetros), no nos pareció la mejor opción para hacer con el cochecito, ni tampoco era buena idea sumarle 10 kilómetros a lo que pensábamos caminar una vez arriba. Como todavía nos quedaban días de vacaciones, decidimos regresar a Bressanone, donde nos hospedábamos, y pasar allí el resto del día.

Bressanone es una de las localidades de la zona que (para mi) vale absolutamente la pena visitar. Además, creo que es una buena opción donde hacer base para desde allí recorrer los alrededores. En esta oportunidad nos hospedamos en Gerharts Premium City Living y te lo recomiendo. Si prefieres buscar otras opciones, haz click aquí. 
Las Odle desde Malga Glatsch | Val di Funes

A las 9 de la mañana siguiente ya estábamos manejando por Via Zanser.

Antes de llegar a la zona de los estacionamientos hay una casilla donde se paga anticipadamente. En temporada alta encontrarás varias personas organizando la ubicación de los coches. En la zona donde dejarás el auto encontrarás el bar Treffpunkt Zans, el punto de encuentro desde donde parten todos los senderos y donde podrás pedir información sobre los mismos.

El primer sendero que hicimos fue el de Natura Zannes. Es un recorrido circular y accesible para cochecitos y/o sillas de ruedas. A lo largo del camino hicimos varias paradas para ver los animales que nos rodeaban, principalmente ciervos y caballos, y para leer los totems informativos sobre la flora y la fauna del parque. En menos de dos horas ya habíamos completado la vuelta.

Cuando estés organizando tu viaje a esta zona de las Dolomitas, chequea si los refugios estarán abiertos ya que algunos cierran por períodos.

El plan B al Cinema delle Odle

Uno de los motivos por los que deseaba visitar esta zona era para llegar al Cinema delle Odle, Geisleralm. Podemos decir que es una de las joyas para ver en Val di Funes. Y si bien sabía que en este viaje no íbamos a poder llegar, porque es un sendero a pie no apto cochecitos (aprox. 2 horas desde el estacionamiento), no perdía la esperanza de poder acercarme de alguna otra manera a estas maravillosas montañas.

Luego de conversar con algunas personas de la zona, nos convencimos que podríamos llegar hasta la Malga Glatsch (1902 metros). Y acá va un consejo, ¡ojo! a quien le haces caso. Porque nos dijeron que era apto cochecitos, pero te puedo garantizar que no lo era. Además de ser un sendero de ripio, con canaletas para que pase el agua de deshielo, por momentos, es bastante empinado.

Malga Glatsch | Senderos de las malgas en Val di Funes

Tengo dos teorías, la primera es que las personas de la zona están acostumbradas y no les parece pesado caminar en la montaña. La segunda, es que saben que la recompensa al final del camino es tan imponente que no quieren que te la pierdas.

La ventaja es que el sufrimiento duró poco y en menos de una hora estábamos sentados en la malga esperando nuestros canederli. Bebíamos cerveza (los adultos por supuesto) contemplando la espectacularidad de las Odle en nuestras narices.

En los alrededores de la malga hay zonas con sombra donde poder hacer un pic nic. Además hay juegos para niños.

Regresamos por el mismo camino (número 36), prácticamente siempre bajo la sombra de los árboles. El piccolo dormía en su cochecito. Se sintió mucho más sencillo. Claro, íbamos en bajada.

Qué más ver en Val di Funes

Nuevamente en el estacionamiento, nos subimos al auto y emprendimos el descenso. Qué decirte, que ya no te haya dicho, del paisaje que te acompaña durante los cinco kilómetros del recorrido. Lo que te agrego, es que debes prestar atención porque, cuando está casi finalizando, te llevas la sorpresa de ver a la chiesseta di San Giovanni a Ranui.

La chiesseta di San Giovanni a Ranui

Qué hacer en Val di Funes
Chiesseta di San Giovanni a Ranui | Val di Funes

Probablemente hayas visto esta imagen miles de veces. Te soy sincera, me la imaginaba más espectacular. Probablemente el efecto Instagram hace que pierda un poco el encanto. Esperaba ir caminando por algún sendero rodeada del verde verano de los valles de las Dolomitas y toparme en el horizonte con esta pequeña iglesia que parece sacada de un cuento.

Pues nada de eso. Estacionas el auto apenas a unos metros. Caminas hasta una especia de pasarela que oficia de mirador (donde te encontraras con tantos otros turistas intentando sacar la misma foto que vos y que todos los otros turistas que te precedieron). ¿Vale la pena? Creo que sí.

Si quieres visitar el interior de la iglesia tendrás que comprar la entrada porque la misma pertenece a una familia.

Si tu intención es fotografiar a la iglesia, o incluso disfrutar del paisaje, ten en cuenta el horario del día para evitar que el sol te perjudique el espectáculo.

Subimos nuevamente al auto y regresamos por el serpenteante camino hasta Bressanone.


Suerte es que, sin planearlo, hayamos tenido la posibilidad de pasar dos días rodeados de este lugar mágico.

Espero que este artículos descubriendo algunas de las cosas qué ver en Val di Funes te sea de ayuda en la organización de tu viaje.

No dudes en escribirme si tienes alguna consulta.

Buon viaggio!


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