Llegábamos a este rincón de Sicilia dispuestos a disfrutar de la naturaleza. Tenía varias cosas anotadas en mi cuaderno de viaje que quería hacer en San Vito Lo Capo. Quizás por eso desde el instante en que llegamos a esta localidad balnearia no nos detuvimos prácticamente un segundo.
Lo cierto es que durante el día estábamos echados bajo una sombrilla, navegando en el mar o sumergiéndonos en él. ¡No era muy difícil hacer que las jornadas duren varias horas! Al atardecer nos dedicábamos a recorrer algún pueblo (de cuento) de la zona.
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¿Qué hacer en San Vito Lo Capo?
San Vito Lo Capo es una de esas localidades balnearias soñadas. Un pequeño pueblo de casas bajas con una amplia oferta gastronómica. Enmarcado por el Monte Monaco y de cara a uno de los mares más espectaculares de la isla principal de Sicilia. Es el destino perfecto para tomarse unos días de descanso y para descubrir diferentes rincones de la provincia de Trapani.
Lo único que tendrás que tener en en cuenta es que si viajas en temporada alta, necesitarás reservar hospedaje con anticipación.
Relajarte en la playa y disfrutar del mar
El motivo principal que atrae a miles de turistas a San Vito Lo Capo son sus playas paradisíacas de arenas blancas y un mar cristalino. El pueblo cuenta con una zona libre y también con algunos balnearios privados. Aquí también te convendrá reservar con anticipación si viajas en agosto.
Además, alrededor de la zona son varias las playas y calas para conocer e incluso para alejarte de las multitudes.

El sol estaba marcando el mediodía. Llegamos al hotel justo a tiempo para dejar las maletas, ponernos el traje de baño y volver a salir. Hicimos una parada para almorzar que, como casi todas las comidas durante este viaje, fue más abundante de lo que necesitábamos pero riquísima.
En mi mapa tenía varias playas señaladas en la costa oeste y, siguiendo las recomendaciones del personal del hotel, nos dirigimos hacia el Golfo di Macari. Estacionamos el auto y nos dispusimos a buscar un lugar en la playa Isolidda. Esta zona es de piedras, de las grandes, pero de muy fácil acceso al increíble mar transparente. Clavamos la sombrilla y ahí nos quedamos hasta que el sol se escondió en el horizonte. También aprovechamos para disfrutar de las vistas desde el belvedere Bue Marino (la playa de al lado).
Bucear en sus costas
Uno de los motivos que nos había traído hasta esta zona de Sicilia era la posibilidad de bucear. No porque lo practique yo, sino mi compañero de viaje.

Tres mañanas fueron dedicadas a este deporte. Mientras él se sumergía yo practicaba snorkel, me refrescaba en el mar o simplemente disfrutaba de los paisajes desde el barco. El color cristalino del agua no dejó de sorprenderme en cada zambullida.
La experiencia con Nautisub fue excelente. Ofrecen cursos de buceo, inmersiones recreativas y paseos en barco.
Recorrer la Riserva Naturale dello Zingaro
La Riserva Naturale dello Zingaro es una de las joyas de la provincia de Trapani. Me animo a decir de Sicilia. Son kilómetros de serpenteantes senderos a lo largo y alto de las colinas que bordean el Golfo de Castellamare. Sumado a pequeñas calas que van apareciendo durante el recorrido costero que conecta ambos ingresos del parque.
Varias consideraciones tendrás que tener en cuenta si decides visitar este parque a pie. Infórmate bien sobre el estado de los caminos, qué llevar y cómo vestirte. Toda la información la encontrarás detallada en su web.

Las altas temperaturas de agosto no nos frenaron para recorrer parte del parque de esta manera. Caminamos por el sendero costero maravillándonos con la vegetación y con las vistas estrepitosas del mar. Para poder decir que disfruté de sus calas tendré que volver. Porque si bien estuvimos varias horas en una de ellas, había muchísima gente. Tanta que hacía prácticamente imposible encontrar un lugar donde sentarse. Incluso dentro del agua la multitud se hacía sentir. Pero claro, no tuvimos en cuenta que era 15 de agosto ¡el día de mayor movimiento turístico del país!
Por suerte, no es la única forma de conocer esta maravilla natural. También pudimos navegar su costa y hacer snorkel. Fue una excursión de medio día que organizamos desde San Vito. Además de bordear el parque podrás ver las famosas tonaras de la zonas.
Definitivamente la Riserva dello Zingaro merece ser aprovechada desde cada ángulo.
Visitar otros pueblos de la zona
El sol terminaba de bajar sobre el mar o incluso (aveces) antes y nos subíamos al auto para visitar algunos de los pueblos cercanos a San Vito.

A Custonaci llegamos un poco por casualidad un poco por recomendación local. Es una localidad de 5.000 habitantes ubicado en las alturas. Son pocas las calles para caminar pero tan bien cuidadas que da ganas que no se acaben. Ni hablar de la tranquilidad, que nos hacía pensar que agosto había llegado a su fin.

Aquel día que caminamos bajo el sol en la Riserva dello Zingaro sabíamos que nuestro esfuerzo sería premiado. El recorrido continuó en el centro histórico de Scopello donde degustamos varios platos (y bebidas) sicilianas. Un destino que me sorprendió, una vez más, por sus detalles y su prolijidad.
Si los anocheceres se trataban de visitar pueblos, no podíamos dejar afuera a uno de los más lindos de Italia. Bajo la promesa de ver una de las puestas de sol más lindas de la isla, no dirigimos a Erice. Un pequeño borgo en la cima de una colina de Trapani.

Toda la tranquilidad que habíamos disfrutado en las otras paradas, acá no la encontramos. Erice en agosto (y me imagino que durante gran parte del año) es sinónimo de mucha gente. Aunque eso no nos privó de recorrer sus calles y de contemplar el atardecer (que no fue el mejor que vi), sí nos quitó la posibilidad de poder disfrutarla (y degustarla) a nuestro ritmo. Seguramente le daré otra oportunidad para descubrirla sin prisa.
¿Qué más puedes hacer en San Vito Lo Capo?
No te puedes ir de San Vito Lo Capo sin haber recorrido el pueblo. Entre sus calles llenas de vida (sobre todo en el verano) te encontrarás con el santuario fortaleza construido alrededor de la pequeña capilla dedicada a San Vito. Muy cerca se encuentra la Capilla de Santa Crescezia.
Una caminata bordeando la costa hasta llegar al Faro es otra de las cosas que podrás disfrutar durante tu estadía. Y si te gusta conocer locaciones de series o la arquitectura de tiempos pasados, podrás acercarte hasta la Tonnara del Secco, donde se filmó más de una capítulo de Montalbano. Si realizas alguno de los paseos en barco, también podrás verla desde el mar.
Y si el mar te abre el apetito y te da antojo de probar algo (bien) dulce no puedes dejar de pasar por La Sirenetta para probar uno de los postres helados preferidos de la zona.

Podría seguir sumando cosas para hacer en San Vito Lo Capo y sus alrededores. Porque regresé a Milán con un montón de casillas por tildar en aquella lista con la que había llegado a Sicilia. Pero también me traje la fascinación por la imponente naturaleza de esa parte de la región y el deseo de regresar para continuar recorriéndola.
Espero que este artículo te sea de ayuda en la organización de tu viaje por Italia. No dudes en escribirme si tienes alguna duda o consulta. ¡Me encantará recibir noticias tuyas!
Buon viaggio!